Marzo de 2009
Cuando me involucré en el primer festival punto y raya, me pareció una excelente idea. Mi percepción sobre la esencia de dicho festival era que se podría utilizar la imaginación de los artistas en sus esfuerzos por trabajar sólo con puntos y rayas, es decir con una sola dimensión, para poder extraer conocimiento en los esfuerzos sobre la reducción y ampliación de dimensiones. Quizás, con el conocimiento adquirido pudiéramos aprender los mecanismos necesarios para cambiar de dimensión y poder así superar esa limitación ir más allá de la tercera dimensión con nuevos mecanismos mentales aprendidos de las ideas que podían aportar los artistas, quienes habitualmente tienen menos restricciones formales en su pensamiento que aquellos que venimos del campo científico o técnico.
Sin embargo, ahora me pregunto si no será más interesante reflexionar sobre el punto sin la raya.
Quizás la raya los haya resultado útil durante mucho tiempo y nos haya ayudado a construir el mundo que tenemos actualmente. De hecho, la mayor parte de las construcciones y desarrollos humanos parte del origen del punto y el desarrollo de la raya. Con ella hemos trazado caminos, al llevarla a otras dimensiones hemos construido piezas sobre las cuales hemos ido desarrollando edificios, máquinas y la mayor parte de los elementos los que disponemos hoy en día. La raya fue lanza y luego liana, girándola se hizo el círculo y creció en dimensiones ortogonales para ser rueda, barco, casa y pirámide. Fue número y telescopio y sale multiforrme pero plana en mi pantalla. La raya da simplemente soluciones diferentes que nos han hecho avanzar, construir nuevas sociedades tecnificadas y desarrolladas hasta tal punto, que hoy ren día buscamos inteligencia en el espacio exterior, en el resto del universo. La raya, la línea se asociaron al tiempo y nos enseñaron a razonar, de manera lineal, cada causa genera un efecto y el efecto es posterior el tiempo la causa. Con la línea pintamos cuadros, dibujamos planos, emitimos señales, nos comunicamos por los cables, etc. Nuestra sociedad y la raya han ido de la mano durante siglos y, de hecho, la creación humana se diferencia de la creación natural precisamente eso: en la raya, en la continuidad, en la utilización de patrones regulares.
Tanto es así, que el programa SETI de búsqueda de inteligencia extraterrestre utiliza esta diferencia para detectar y dsicriminar las señales que provengan de una fuente natural de las que vengan de una inteligencia similar o superior a la del ser humano. Patrones caóticos frente a patrones repetitivos.
Partiendo del punto evolucionado hacia la raya, inventando y repitiendo diferentes tipos de rayas, líneas y trazos, amliando sus dimensiones, nuestro conocimiento fue bien durante siglos. Arte, ciencia, ingeniería, etc. avanzaban bajo sus premisas. Se alcanzaba el culmen de la pintura, la música, el conocimiento de la física, de las estrellas, de los panetas, la tecnología rompía fronteras y todo parecía funcionar.
Sin embargo, a finales del siglo XIX los primeros síntomas el cansancio de la raya empezaron a aparecer. En la pintura los impresionistas y los puntillistas comienzan la reducción del tamaño de la línea o trazo que se usa al pintar, hasta reducir la línea de nuevo al punto, imaginando nuevas maneras de representar la realidad basadas sólo en el punto. Los artistas empiezan a dar pistas con su imaginación de que el uso de la raya empieza a ser insuficiente.
De igual manera, en la música las líneas melódicas se rompen y Debussy y Satie empiezan a descubrir una nueva forma de punto pincel que colorea la armonía.
En el mundo de la física, todo se cae ante la entrada de la física cuántica arrancada por Planck, los cuantos y las partculas rompen las tradiciones mecánicas tradicionales, que parecían explicarlo casi todo.
En la matemática, tambien las continuidades se rompen y entra en juego la geometría fractal de Mandelbrot y Kantor.
Todos ellos arrancan una nueva época de conocimiento distinto, menos prepotente, más discontínuo, basado en la imposibilidad del pleno conocimiento y control de la raya. Los puntos separados son capaces de aglutinarse para representar a la naturaleza de manera más precisa, conforman, hasta de manera probalísitica e inescrutable, la esencia de la materia. Incapaces de ver esas partículas tan pequeñas, construímos grandes microscopios, llamados aceleradores de partículas, para ver sus efectos, una vez que renunciamos a poder percibirlos per se.
Surge la teoría del caos, el ruido Browniano, la física cuántica indica que todo son probabilidades, y nos damos cuenta de la linealidad es un ficción humana , que la raya nos hizo perder de vista al punto y que es el punto al que hay volver. Como bien dice el lema de punto y raya, volvamos a las bases. Desaprendamos la raya. Redecubramos el punto.